Es imposible pensar en el folclor panameño sin que nos venga a la cabeza la imagen de los diablicos sucios. El origen de su nombre proviene del hecho que antiguamente su indumentaria era confeccionada con tela manta sucia, que luego era pintada con rayas negras y rojas, calcadas con achiote y carbón, pero que después de un tiempo los colores se corrían al mezclarse con el sudor dando el aspecto de estar sucios.
Estos coloridos y pintorescos personajes aparecen en un sinnúmero de publicaciones sobre turismo en Panamá, sin embargo, la mejor oportunidad de verlos en acción en su tierra natal es durante la celebración católica del Corpus Christi en La Villa de Los Santos, en la península de Azuero. Es allí donde tuvieron su origen, como parte de una representación de la clásica lucha entre el bien y el mal.
Si bien el Corpus Christi siempre coincide con un día jueves, en La Villa de Los Santos esta fiesta se extiende por varios días, empezando el sábado antes del Corpus Christi, en la víspera del día de la Santísima Trinidad. A mediodía se empiezan a escuchar las castañuelas de los diablicos, quienes salen al parque Simón Bolívar haciendo explotar cohetes, lo cual les conlleva el nombre de “diablos encueta’os”.

Detalle máscara de diablico sucio. Foto: Panky Soto
El miércoles de víspera del Corpus Christi es uno de los días más vistosos de la fiesta. A las 11 de la mañana aparece la diabla anunciando el cuarteo del sol. El diablo mayor, su esposa la diabla, el diablo capitán y el diablo caracolito dividen el sol en cuatro porciones y se las reparten entre ellos. Luego el diablo mayor busca al resto de la diablada para firmar el pacto diabólico que simboliza el dominio total de la tierra por parte de los diablos.
Las danzas, la música y otras representaciones culturales ocupan el resto del día y la noche, hasta que en medio de la madrugada del jueves, el pueblo parte en la búsqueda del torito, un armatoste en forma de toro que una vez encontrado recorrerá las calles embistiendo a todo el que encuentre. Este es el inicio del gran día del Corpus Christi, que prosigue con la misa solemne, la cual se inicia con la danza del gran diablo.
Tras finalizar esta ceremonia, la celebración continúa con la procesión del Santísimo Sacramento por las calles del pueblo. Finalmente un sinnúmero de representaciones folclóricas se toman La Villa de Los Santos, con las populares danzas de los diablicos limpios, de la Montezuma Española, de las enanas, de los parrampanes, etc.
Para los que quedan con ganas de más, o los que no pudieron contemplar estos primeros días de celebración, la fiesta continúa la siguiente semana, a propósito de la Octava del Corpus Christi. Cada día desde el jueves siguiente al Corpus Christi hasta su correspondiente domingo, se siguen dando las danzas y presentaciones folclóricas en La Villa de Los Santos. El último día de la celebración, el domingo, se dedica adicionalmente a la mujer local, la mujer santeña, sin quienes estas tradiciones seguramente se habrían perdido.
Con información de perroviajante.com